Stampler es obligado a hablar con una psicóloga que tras
varias sésisones le diagnostica un desorden de personalidad
múltiple Aaron es un chico tímido que tiene
dificultades para
hablar mientras que su otra personalidad Roy es
un psicópata
amante de la violencia que reconoce el asesinato. Tras este
descubrimiento la defensa cambia su argumento basándose
en el trastorno de identidad disociativo e intenta convencer
al juez de la absolución por asesinato y el ingreso de su
cliente en un centro psiquiátrico.
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